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by Paolo Monaco sj

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Compagnia
di Gesù

La «gratia Societatis» secondo il padre Nadal

Come conoscere il carisma della Compagnia di Gesù

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Introduzione

 

L’orizzonte
ermeneutico

 

La vita e l’esempio
di sant’Ignazio
di Loyola

 

La chiamata del re
e la meditazione
dei due vessilli

 

Il fine della
Compagnia di Gesù

 

I principi che
regolano il governo
della Compagnia
di Gesù

 

Cinque punti
per vivere la
«gratia Societatis»

 

Conclusione

 

Bibliografia

 

 

 

Altre pagine

 

La soppressione
e la ricostituzione
della Compagnia
di Gesù

 

Chiara Lubich
e i Gesuiti

 

Il corpo della
Compagnia
di Gesù

 

Cercare insieme
la volontà di Dio

 

Le missioni
dei Gesuiti

Il corpo della
Compagnia
di Gesù

 

The deliberation
that started
the Jesuits

 

Oblazione della
Compagnia
di Gesù

 

I Gesuiti,
compagni
di Gesù

 

 

 

capitolo quinto

i principi che regolano il governo della compagnia di gesù

 

Il quarto mezzo per conoscere la «gratia Societatis» sono i principi che regolano il governo della Compagnia di Gesù. Essi sono contenuti innanzitutto nelle Bolle e Lettere apostoliche, poi nelle Costituzioni e negli altri documenti della Compagnia:

 

“Conócese también la Compañía, y muy bien, por los principios que Dios nuestro Señor tiene puestos en ella por su Iglesia. Tenemos en la Compañía estos principios, por donde toda la Compañía se a de guiar: bullas, constituciones, decretos de la congregación general, como se an hecho en esta passada cien decretos, traditiones de la Compañía authoriçadas, costumbres recebidas universalmente en la Compañía, y las reglas. De cada cosa diremos un poquito[1]”.

 

Nella sua esposizione p. Nadal segue un ordine decrescente, dal più importante al meno importante, secondo il criterio dell’autorità:

 

“Y advertid que las bullas son perpetuas, en las quales está la sustancia de nuestro instituto, y no las puede mudar sino la Sede Apostólica. Las constituciones también son immutables en las cosas sustantiales; en las otras, donde por experiencia y claríssima razón se viese ser mejor otra cosa, se pueden mudar de bien en mejor por la Congregación. Las tradditiones, los decretos de la congregación general y la costumbres generales y recebidas en la Compañía tienen semejante fuerça. Las reglas el General las puede quitar y poner y mudar, como más juzgare convenir; y sólo él puede hazer reglas, y no otro, sino a quien él diere especial authoridad para ello[2]”.

 

 

5.1. Altri tre mezzi per conoscere la «gratia Societatis»

 

P. Nadal, però, prima di esporre questi principi, nella quinta esortazione in Alcalá premette altri tre mezzi per conoscere la «gratia Societatis». Come sintesi di quelli precendentemente esposti, essi rappresentano la premessa o il punto di vista che permette una lettura autentica di quei documenti.

 

1) Il primo è la comunicazione della propria esperienza di vocazione:

 

“Ayuda mucho para conocer qué cosa es la Compañía considerar cada uno el discurso que tuvo para su vocación, cómo le sacó Dios del siglo[3]”.

 

2) Il secondo è l’amore “messo in pratica”, che realizza la parola di Gesù “a chi mi ama mi manifesterò” e fa conoscere e compiere la divina volontà:

 

“Ay otro principio, otro medio para este mesmo fin, bueno y universal, que es el amor. Esto pratican mucho los hombres spirituales y que tratan de oración. No ay cosa que tanto ayude a conocer otra como amarla. ¿Amáis la philosophia? ¿Qué se seguirá desto? - Que la conozcáis, si no ay impedimiento alguno. Y la causa es que lo que yo amo procuro de conseguirlo, aunque me cueste trabajo. El amor mueve a la actión. Es menester estudio, diligencia, trabajo; y póngolo por executión, porque el amor es efficaz, tiene viveza en lo que aprehende. Vamos al summo amore, que es de Dios. ¿Queréis tener conocimiento particular de Dios? Amalde, repose vuestro coraçon en El; amalde porque es Dios. Al que me amare, dize el Señor, ego manifestabo me ipsum [Gv 14,21] yo le descubriré mis secretos, yo le mostraré lo necessario, lo que le cumple y le a de ayudar para su salvación y perfectión. Guiaos por este amor divino y no peccaréis. Qui natus est ex Deo, non peccat [1Gv 5,18]. Dize S. Joan que no peccan los hijos de Dios, los que tiene charidad. No entendáis que todos los justos están confirmados en gracia, que esto puédelo hazer Dios y lo a hecho con algunos de los sanctos, como con los Apóstoles; pero no lo haze de ordinario; sino quiere dezir que la virtud de la gracia es grande, y aunque el justo puede perder la gracia y no seguirla y peccar, pero mientras la siguiere no peccará. Haze pues la charidad conocer a Dios; es don divino, incomparable. Exercitaos vos en esta virtud, no dexando de poner los otros medios que devéis, y Dios os abrirá el entendimiento y dará luz para que conozcáis su divina voluntad en vos, y fuerças para exercitarla; que conozcáis para qué os llamó, para qué os quiere.

 

No os digo que seáis curioso por rivelaciones, sino que os dará Dios, a lo menos, lo ordinario que suele a los que le aman; que, siguiendo a El, no faltará en lo que es necessario para la salud y perfectión vuestra. Sois superior en la Compañía; hazéis lo que devéis, no tentáis a Dios, leéis vuestras reglas y constituciones, encomendáisos a Dios: El os guiará en lo que devéis hazer. Y si sois inferior, si sois humilde, si obedecéis con simplicidad, si leéis y procuráis entender vuestras reglas, el orden de vuestros superiores, lo que está a vuestro cargo; si, al fin, amáis a Dios con amor efficaz, no occioso, sino que obre y cumpla su divina voluntad: El os dará a conocer la Compañía. Veis, pues, cómo la charidad haze conocer practice la Compañía, quando el hombre no falta por su parte [4]”.

 

Questo amore, vissuto reciprocamente, realizza l’unità fraterna di tutto il corpo della Compagnia di Gesù. Questo amore rende facile e soave l’obbedienza ai superiori, coloro che, in quanto “rappresentanti di Cristo”, manifestano la divina volontà e guidano la Compagnia:

 

“Allende desto ayuda para este fin el amor del mesmo instituto, que améis a toda la Compañía, a los de las Indias, de Alemania, de Italia, y a todos los de esta congregación; que aya entre todos una unión y hermandad como entre miembros de un mesmo cuerpo. Este amor haze todo lo que ay en la Compañía fácil y suave. Amar también a los superiores, por quien nuestro Señor Dios, como por vía ordinaria, me da a conoscer su voluntad y qué es lo que quiere de mí en la Compañía; amarlos de entrañas, con respecto y obediencia; amar a todos, desde el Rector hasta el General, hasta el Papa, con la subordinación que va a Christo. Ellos son por cuyos medios me govierna a mí nuestro Señor y me comunica el influxo desta gracia y instituto; y ellos me representan a Christo[5]”.

 

3) Il terzo è l’obbedienza, la virtù che per la Compagnia di Gesù è sintesi di tutte le altre, il principio che la unifica:

 

“Ay otra parte y muy principal para este conocimiento de nuestro instituo que buscamos, que es el exercicio y práctica de las virtudes, principlamente de la simplicidad, rectitud y humildad verdadera; que nos humillemos delante de Dios y delante de todos, pues realmente todos somos y valemos poco. Y, por no tratar en particular todas las virtudes, veislas aquí en un compendio: la obediencia. Todos los ministerios de la Compañía no son para todos, ni todos se exercitan en todos; pero todo el instituto particular de la Compañía hoc uno verbo integratur: obedientia. Todos los ministerios de la Compañía se actúan en la obediencia; el suo de ellos queda al superior; el predicar, defender la fee, administrar sacramentos, etc.; todo esto a de ser quando el superior ordena y cómo y dónde. Veis, pues, como la obediencia lo administra todo, y quien tiene obediencia fácilmente será guiado y ayudado con la gracia del Señor en todos los ministerios[6]”.

 

 

5.2. Bolle e Lettere apostoliche

 

Esse hanno autorità apostolica e sono di tre tipi: il primo riguarda l’approvazione della Compagnia di Gesù in quanto ordine religioso[7], il secondo le grazie che la Sede Apostolica ha dato ad essa[8], il terzo altri aspetti che però non riguardano direttamente la Compagnia[9].

 

Per p. Nadal questi privilegi sono stati concessi, perché la Compagnia realizzi il suo fine, cioè l’aiuto delle anime; inoltre, il criterio per la loro messa in pratica è quello di conservare l’unione e l’amore con i vescovi e gli altri ministri della Chiesa locale:

 

“¿Qué authoridad tenen estos principios? Las bullas tienen authoridad apostólica, del Papa, Vicario de Christo nuestro Señor. Estas bullas y otras letras apostólicas son en dos maneras: unas que appruevano, reciben y confirman el instituto de la Compañía, este modo de vivir, y dizen ser esta religión recebida y aprobada, canónica y legítimamente, en la Iglesia cathólica. Otras ay en que se contienen privilegios y gracias que a dado la Sede Apostólica a la Compañía. Y en esto se a fiado mucho el Papa de la Compañía; y assí nosotros en el uso destas gracias hemos de ser fidelíssimos. Yo assí interpreto nuestras gracias: que son dadas todas para el fin de la Compañía, que es ayudar a las almas, y según este fin nos hemos nosotros de aprovehar dellas in foro conscientiae y sin offensión de la disposición hierárchica de la Iglesia y [execució]n della. Puedo yo por mis privilegios absolver de todo caso que no sea reservado en la bulla de la cena del Señor, y por consiguiente de un homicidio; pero, si fuesse el caso público, embiarlo he yo al obisopo para que dél reciba la absolución, y assí nos conservaremos en unión y amor con los obispos y otros ministros de la Iglesia, a quien venimos a ayudar y no offender. Lo mesmo podíamos exemplificar en otros casos semejantes. También tenemos privilegio en una bulla del Julio 3°, para absolver de heregía in foro interiori, pero nosotros interpretamos la voluntad del Papa, que es que favorezcamos en todo a la Inquisición, como os dixe ser de nuestro instituto; y assí no usamos ni usaremos de esta gracia en España, porque no conviene para el fin dicho. Y ésa juzgamos ser la intención del Papa. En otras partes, como en Alemania, donde este crimen es más ordinario y no ay perjuizio a otros, puédese usar y se usa deste privilegio porque allí conviene para el fin que la Compañía pretende. Otras bullas ay y breves de diversos negocios; pero, porque no tocan al instituto, no ay que dezir dellos[10]”.

 

 

5.3. Le Costituzioni

 

Anche le Costituzioni hanno autorità apostolica. P. Nadal vuole soprattutto sottolineare come il modo di procedere della Compagnia è una novità che la Sede Apostolica ha approvato in più riprese, pur contenendo particolari diversi dal diritto comune. D’altra parte ogni ordine religioso ha qualcosa nella propria forma di vita che lo distingue dal diritto comune. In modo particolare il nostro autore fa riferimento nella Compagnia alla diversità dei gradi:

 

“Veamos aora de las Constituciones. Tienen authoridad apostólica por la bulla de la confirmación, donde se da authoridad de hazer constituciones y apprueva las hechas. Dize también la bulla que la declaración destas constituciones sea nuestra, y que tengamos nosotros authoridad de interpretarlas. De manera que las cosas de la Compañía no se an de interpretar por el derecho común, si no fuere en algunas cosas comunes; sino por sus privilegios, pues ella es privilegio ni ay religión que sea toda secundum ius commune. En derecho común voto solemne se llama el que haze uno en religión approvada y se recibe; pero en la Compañía esa regla no vale. Damos voto hecho en la Compañía, que es religión approvada, y hecho en manos de superior, y con todo eso es simple; como el de coadiutor formado. Más, que puede la Compañía despedir a los que viere que no le conviene retenerlos. El voto 4°, que hazen los professos, de obediencia al Papa, es cosa particular de nuestra religión. Y assí ay otras cosas que ni se an de reglar por el derecho común ni por las leyes de otras religiones. Porque ésta es nueva religión, tiene nuevos privilegios dados de la Sede Apostólica, donde mannó el derecho común y las leyes de otras religiones.

 

Tienen pues nuestra Constituciones authoridad de las bullas de Paulo 3° y Julio 3°, que dieron authoridad para hazerlas. Y también tienen confirmación de Paulo 4°, que es muy grande y que yo suelo tener en mucho. Después de muerto nuestro Padre Ignatio, quiso ver todo nuestro instituto, nuestras bullas y constituciones, y assí se le dió todo, y lo cometió al Cardenal Romano y al cardenal Trana; y lo tuvieron 4 messes, reveyéndolo, y después nos lo dieron por bueno; y el Papa en el tiempo de la congregación general confirmó todo nuestro instituto dos vezes, una por el cardenal Pacheco, otra vivae vocis oraculo, quando le fuimos a besar el pie toda la congregación con el general nuevamente electo[11]”.

 

 

5.4. Tradizioni, Decreti, Consuetudini e Regole

 

Le “tradizioni” sono state vissute e trasmesse da sant’Ignazio: secondo p. Nadal esse sono importanti per la Compagnia, come per la Chiesa quelle che risalgono agli Apostoli e sono ritenute dalla Chiesa. I “decreti” hanno, invece, la forza dell’approvazione della Congregazione Generale. Le “consuetudini”, poi, che riguardano tutta la Compagnia. Infine, le “regole”, quelle generali e quelle comuni per tutte le case e i diversi incarichi[12], che dipendono dal Generale:

 

“Las traditiones en la Compañía son las que an venido, de mano en mano, de nuestro Padre Ignatio y las vimos practicar a él allí los que con él vivimos. Y en los decretos de la congregación general passada muchas vezes se haze mención en algunas determinaciones de estas tradditiones, a semejança de las que tenemos en la Iglesia Apostólica; las quales, quando en la Iglesia son juzgadas por tales, tienen summa authoridad. Y en la Compañía estas tradditiones, quando por ellán recebidas y approbadas, tiene la mesma fuerças que los decretos de la congregación general, los cuales no puede alterar el General. Ay también costumbres de toda la Compañía universalmente, principalmente de Roma do estuvo el Padre Maestro Ignatio. Ay, a lo último de todo, reglas, las quales tienen authoridad del General, de quien dependen[13]”.

 

Inizio

 

 

 

 

 

 

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[1] Ibidem p. 350, n. 114.

[2] Ibidem, p. 355, n. 118.

[3] Ibidem, p. 345, n. 107.

[4] Ibidem, pp. 347-348, nn. 109-110.

[5] Ibidem, pp. 348-349, n. 111.

[6] Ibidem, p. 349, n. 112.

[7] Cfr. Regimini militantis (1540), Exposcit debitum (1550).

[8] Cfr. Iniunctum nobis (1544): facoltà di scrivere Costituzioni e di ammettere senza restrizione di numero; Exponi nobis (1546): facoltà di ammettere coadiutori spirituali e temporali; Licet debitum (1549): concessi diversi privilegi; Sacrae religionis (1552): conferma e aggiunta di altri privilegi; Cum inter cunctas (1545): facoltà di assolvere peccati eccetto quelli “In coena Domini”.

[9] Sacrosanctae Romanae (1541): concessione della chiesa di S. Maria della Strada; Pastoralis officii (1548): approvazione degli Esercizi Spirituali.

[10] Exhortationes Complutenses in Alcalá, pp. 350-352, n. 115.

[11] Ibidem, pp. 352-354, nn. 116-116b.

[12] Cfr. Summarium Constitutionum, typis editum a. 1560: MI, Reg. pp. 545ss. Cfr. ibidem pp. 315ss. Regulae communes, typis editae a. 1560: MI, Reg. pp. 554ss. Cfr. ibidem pp. 332ss.

[13] Exhortationes Complutenses in Alcalá, pp. 354-355, n. 117. Cfr. Epistolae IV, pp. 619-623.